Cultura Organizacional


Cultura Organizacional COVID-19 en la "Nueva Normalidad"

Por Pablo Molinero. Consultor Beagle Consultoría e Inspecciones SAC.



La enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha encontrado a todos desprevenidos generando desconcierto al respecto entre la población. Las empresas e instituciones de todo tipo se están adaptando ante la dinámica rápidamente cambiante del SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19. Numerosas acciones se están tomado desde los más altos niveles de gobierno hasta los gobiernos locales e instituciones privadas con la finalidad de reaccionar y responder a esta crisis en constante cambio.

Hoy, estamos pasando de la reacción a la planificación proactiva para mitigar y gestionar el riesgo en los lugares de trabajo y las comunidades. Estamos entrando en la "nueva normalidad".

Esta nueva normalidad, que aún es difícil de predecir, representa un reto para la industria de alimentos. Revela aspectos paralelos a los principios de control de riesgos de inocuidad alimentaria, como lo demuestra la necesidad de identificar e implementar estrategias de control y desarrollar una cultura de COVID-19.

Estrategias de control de COVID

El Ministerio de Salud y otros sectores han establecido un conjunto diverso, y en ocasiones poco claro, de estrategias que importantes para minimizar el riesgo de transmisión del COVID-19 entre las personas en las instalaciones de procesamiento de alimentos. Los desafíos son la implementación y la documentación consistentes.

Las actividades de verificación deben identificarse en el plan y documentarse para demostrar que está haciendo lo que dijo que haría en su plan COVID-19. Un ejemplo de esto sería una lista de verificación de distanciamiento social o los controles de temperatura que se vienen implementando como parte de lo dispuesto por la normativa.

Los controles preventivos descritos en la normativa de Seguridad Alimentaria, junto con la emitida desde los sectores y departamentos de salud estatales y locales y asociaciones específicas del sector, allanan el camino para que las compañías de alimentos desarrollen un plan de control COVID-19. Es necesario se tengan implementados estos requisitos previos. Teniendo esta hoja de ruta previa, ¿cómo hacemos para que nuestros empleados se comprometan con la seguridad e impulsen nuestros planes?

Por una cultura COVID-19

La cultura organizacional, tal como se aplica a la industria alimentaria, suele ser doble. Existe la cultura corporativa: la forma en que la gerencia y los empleados interactúan, el uso de la tecnología y el nivel de riesgo que la empresa está dispuesta a asumir. Luego está la cultura de inocuidad de los alimentos, específica de cómo la empresa integra, apoya y otorga recursos para la inocuidad de los alimentos, y la adopción general de la inocuidad de los alimentos como responsabilidad de todos.

Una importante investigación realizada en la última década en cultura de inocuidad alimentaria revela paralelos con la creación de una fuerte cultura COVID-19. Está claro que la cultura extrae su poder de creencias y valores tan fundamentales como hacer lo correcto cuando nadie está mirando.

Una empresa que haya logrado comprometer a sus trabajadores con la cultura organizacional en cuanto al cuidado de la inocuidad de los alimentos, y que además cuente con una cultura de seguridad y salud en el trabajo desarrollada en paralelo a está última, encontrará poca resistencia para implementar actitudes de prevención frente al COVID - 19 en el trabajo, disminuyendo la posibilidad de riesgos que pudieran ocasionar la pérdida de horas laborales con la consiguiente afectación a la cadena de suministros y a la seguridad alimentaria.

Es posible usar un modelo de madurez para evaluar el estado actual de la cultura organizacional e identificar el estado futuro deseado. Los modelos de madurez son herramientas que ayudan a identificar y superar las resistencias, así como, las desviaciones en el logro de controles COVID-19 continuos y sistemáticos. Estos modelos suponen una progresión natural que refleja la intuición humana, comenzando con la duda o la negación completa, a la reacción, luego a un cierto nivel de búsqueda proactiva de conocimiento, a un comportamiento empoderado y predictivo, llegando finalmente a una internalización sistemática de los comportamientos y resultados deseados.

Desde el estado, además, se debe alentar más que sancionar a las empresas de alimentos para crear un plan de control COVID-19 por escrito identificando los riesgos e implementando controles de mitigación, con procedimientos para el monitoreo, verificación, acciones correctivas y procedimientos que cumplan con las leyes, regulaciones y requisitos de retención de registros aplicables.

Aquellas empresas que han desarrollado sistemas de gestión de calidad reconocen la necesidad de generar un proceso continuo de revisión y aprendizaje para lograr una mejora continua y un mejor control del COVID-19 desde el enfoque preventivo de los sistemas de seguridad e inocuidad alimentaria. Estaremos contribuyendo así a la disminución de contagios y un mejor manejo de COVID -19 en nuestra región.

Esta es la idea que debe formar parte de la cultura organizacional en el trabajo frente a la “nueva normalidad”

Evaluar su cultura COVID-19 e implementar esfuerzos para mejorarla utilizando estrategias simples o modelos más completos son consejos útiles para ayudar a apoyar su programa de control COVID-19.

Este artículo ha sido traducido y adaptado de: “Implementing a COVID-19 Culture in the “New Normal”. Por Melanie Neumann, J.D., M.Sc. publicado en Food Safety Magazine. 07 de Julio del 2020.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Herramientas para la calidad: AMFE

Mejora continua

Calidad: VOC y CTQ´s