Inocuidad en los Servicios de Alimentación
Desafíos de la inocuidad alimentaria en entornos de servicios alimentarios
Los establecimientos de servicios de alimentos a menudo están
relacionados con enfermedades y brotes que se desencadenan por prácticas y
comportamientos inconsistentes en la manipulación inocua de los alimentos.
Mantener la inocuidad en los establecimientos de servicios de alimentos puede
ser un desafío, los problemas de inocuidad alimentaria pueden surgir en
cualquier etapa, desde la recepción, el almacenamiento, la preparación o el
servicio de los alimentos mismo. La mejor manera de reducir los factores de
riesgo de contaminación de los alimentos es demostrar coherencia en la
implementación, el seguimiento y el cumplimiento de las funciones y las operaciones
centradas en la inocuidad.
Especificaciones, controles de compra y recepción.
Las inconsistencias en las especificaciones de compra por parte de los
empleados y una recepción que no sigue procedimientos operativos estandarizados
al recibir e inspeccionar los suministros de alimentos pueden poner en peligro
la inocuidad y calidad de las materias primas y, en última instancia, los
alimentos que se sirven. Otra fuente de preocupación es la recepción de suministros
de alimentos en momentos no esperados, que no permiten una inspección adecuada
y un almacenamiento oportuno. Esto podría tener un impacto directo en la
seguridad de las materias primas que requieran controles de tiempo y
temperatura.
Cocinar, servir y almacenar alimentos
Es esencial cocinar, servir y almacenar los alimentos a temperaturas
adecuadas y mantener los alimentos fuera de la zona de peligro (4 a 60 °C)
donde los patógenos dañinos prosperan y hacen que los alimentos no sean seguros
para comer. La cocción inadecuada es una de las causas más comunes de
intoxicación alimentaria en los establecimientos de servicios de alimentos. Los
patógenos pueden sobrevivir si los alimentos no se cocinan a la temperatura
adecuada, lo que resulta en enfermedades transmitidas por los alimentos. Los
chefs deben tener cuidado de cocinar los alimentos a una temperatura mínima
segura (65 a 85 °C; varía según el tipo de alimento) y verificar con un
termómetro de sonda limpio y desinfectado para asegurarse de que se haya
alcanzado la temperatura interna mínima.
La cocción con microondas crea puntos fríos en los alimentos que
aumentan el riesgo de contaminación microbiana, especialmente cuando son porciones
grandes de alimentos que no se ponen boca abajo o se revuelven a la mitad del
proceso de cocción. Antes de colocar los alimentos, los platos deben
precalentarse a la temperatura recomendada o los alimentos caerán en la zona de
peligro. En los bufés, cuando no se utilizan platos para calentar, las tapas
deben mantenerse cerradas y los alimentos deben removerse periódicamente para
asegurar la distribución uniforme del calor que se requiere para mantener la
temperatura recomendada.
Los alimentos fríos del buffet, como las ensaladas, deben mantenerse en
hielo para mantener una temperatura mínima segura. Para mantener niveles de
temperatura seguros, es fundamental verificar la temperatura de las unidades de
mantenimiento de frío y calor con frecuencia y a intervalos regulares. Con
frecuencia, enfriar los alimentos es el paso crucial en la inocuidad
alimentaria. Los alimentos calientes cocidos que no se vayan a servir inmediatamente
deben enfriarse a la temperatura recomendada antes de refrigerarlos. La
combinación de alimentos fríos y calientes es otra práctica que proporciona una
atmósfera propicia para el crecimiento de patógenos.
La contaminación es una posibilidad cuando los alimentos se almacenan
en un recipiente que no es su empaque original y no está limpio. El uso de
periódicos para empacar y revestir los contenedores de almacenamiento de
alimentos es un peligro significativo para la seguridad alimentaria debido al riesgo
de que los productos químicos tóxicos de los tintes migren a los alimentos y
los contaminen. Los alimentos siempre deben guardarse en recipientes de
plástico de calidad alimentaria, ciertos metales como el cobre y el latón
reaccionan con los alimentos ácidos. Otra causa de contaminación que debe
evitarse es el uso de envases de cartón para almacenar alimentos cocidos.
Riesgo de contaminación cruzada
La contaminación cruzada es una preocupación importante en los
establecimientos de servicios de alimentos y es una de las principales causas
de intoxicación alimentaria. Las instalaciones de servicio de alimentos deben
construirse de manera que faciliten el flujo de los procesos y las actividades de
manera lineal para evitar la transferencia de patógenos de empleado a empleado,
de empleado a cliente y de un área a otra. Existe el riesgo de transferencia de
patógenos cuando las áreas de preparación de alimentos están cerca de otras
áreas, como el almacenamiento de materias primas, la administración de la cocina,
la carnicería, las zonas de empleados y el almacenamiento de artículos de limpieza.
Lavarse las manos es esencial para prevenir la contaminación de los
alimentos y es uno de los factores más importantes para prevenir la
intoxicación alimentaria. Lavarse las manos con poca frecuencia al manipular
alimentos o lavarse las manos de manera antihigiénica aumenta la probabilidad
de contaminación cruzada. Las superficies que entran en contacto con la carne
cruda deben lavarse y desinfectarse antes de usarse para preparar otros
alimentos para minimizar la posibilidad de transmisión de patógenos. Otro mal
manejo común que aumenta el riesgo de contaminación cruzada es cortar carne
cruda y alimentos listos para comer (RTE) con la misma tabla de cortar o
cuchillo y almacenar la carne cruda cerca de RTE y otros alimentos.
Higiene personal
Los empleados son la fuente más común de contaminación de alimentos, son
potencialmente portadores de patógenos (norovirus, Escherichia coli y hepatitis
A) que pueden transmitirse accidentalmente a los alimentos por prácticas y
comportamientos insalubres en el manejo de los mismo. Existe peligro para la
seguridad alimentaria cuando los manipuladores de alimentos no están
comprometidos con los controles del proceso y un alto grado de higiene
personal.
La protección de los alimentos debe estar a la vanguardia en la mente
de los empleados y deben verla como un deber social. Usar uniformes sucios,
trabajar sin equipo de protección personal (guantes, redecillas para el
cabello, delantales, etc.), no mantener una buena higiene de las manos y
manipular alimentos estando de enfermos pueden poner en peligro la inocuidad
alimentaria. A menudo se considera que los empleados tienen enfoques casuales
de los comportamientos respecto de la inocuidad alimentaria y no aplican las
lecciones aprendidas en la capacitación en inocuidad. La supervisión y el
cumplimiento de la gestión son cruciales para abordar este problema de
desempeño, así como para garantizar la viabilidad y el éxito a largo plazo de
los programas de capacitación.
Las personas en posiciones de control tienen más probabilidades de
participar en actividades relacionadas con la inocuidad de los alimentos que
las que se encuentran más abajo en la estructura jerárquica. En la actualidad las
empresas priorizan la cultura de inocuidad alimentaria al integrarla en su
misión, pero impulsar el compromiso de los empleados y alinearlos con la misión
sigue siendo una tarea desafiante.
Limpieza y saneamiento
La limpieza y el saneamiento son esenciales en cualquier operación de
servicio de alimentos para mantener todas las superficies limpias y los
gérmenes en niveles aceptables y reducir la probabilidad de que los patógenos u
otros contaminantes se propaguen de una superficie sucia o pieza de equipo a
otra. Ambos están entrelazados y van de la mano. Las violaciones de limpieza y
saneamiento más comunes en las instalaciones de servicio de alimentos que ponen
en peligro la seguridad alimentaria son la limpieza y el saneamiento
irregulares y la sustitución de la limpieza y la desinfección entre sí.
Incluso si las superficies parecen limpias, albergan gérmenes
invisibles que transmiten enfermedades, por lo que es esencial desinfectar
después de la limpieza. La sobrecarga de máquinas lavavajillas, el uso de
cantidades inadecuadas de productos químicos y la falta de cambio de soluciones
químicas entre usos son algunas otras prácticas inseguras comunes que
comprometen la eficacia de los programas de limpieza y saneamiento destinados a
garantizar la seguridad alimentaria.
Prácticas de gestión de residuos
Establecer e implementar buenas prácticas de gestión de residuos es
importante para reducir las amenazas a la inocuidad alimentaria y facilitar la
higiene ambiental, uno de los requisitos previos para la inocuidad alimentaria.
Los botes de basura deben vaciarse con regularidad, por ejemplo, después de
cada comida o según sea necesario.
Dimensionar e instalar contenedores de basura sin considerar el volumen
estimado, la naturaleza y la ubicación ideal de los puntos de recolección de
desechos podría poner en riesgo la seguridad alimentaria. Se recomienda especialmente
mantener una distancia suficiente entre las fuentes de desechos (p. Ej.,
Cocina, almacenamiento, etc.) y los sitios de eliminación para evitar la posibilidad
de plagas y proteger contra los peligros de la inocuidad alimentaria.
Los operadores de servicios de alimentos están legalmente obligados a
prevenir los peligros para la salud pública y proteger la salud de la
población. La Alta Dirección de las empresas de servicios de alimentos debe
adoptar un enfoque proactivo de la inocuidad alimentaria, designar personas
para supervisar los procesos relacionados a la inocuidad alimentaria y alentar comportamientos
alimentarios seguros.
Cabe recordar que se requiere coherencia en todos los aspectos para
garantizar la inocuidad alimentaria. Impulsar el compromiso de los empleados y
alentarlos a seguir constantemente los principios de manipulación segura de los
alimentos es fundamental, los empleados son la primera línea de defensa para la
inocuidad alimentaria. Además, la situación actual requiere la colaboración
entre todos los participantes de la cadena de suministro (agricultores,
procesadores, distribuidores, minoristas, proveedores de catering y
consumidores finales) para garantizar la seguridad de los alimentos desde la
granja hasta la mesa. Después de todo, la inocuidad alimentaria es una
responsabilidad compartida.
Traducido y adaptado de: Bole, D. K. (June 8, 2021). Food Safety Challenges in
Foodservice Environments. Food Safety Magazine.
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