Ética en el trabajo
¿Eres demasiado leal a tu organización?
Acaba de empezar a trabajar. Tal vez sea su primer trabajo después de la universidad o tal vez haya cambiado de roles algunos años después de graduarse. Un par de semanas después comienza a aprender sobre la cultura y los valores de su nueva organización. A medida que pasa el tiempo, forma fuertes vínculos con algunos de sus compañeros de trabajo e incluso se vuelve leal al negocio en sí. Como criaturas sociales, naturalmente nos sentimos leales a las comunidades e instituciones a las que pertenecemos.
Esto puede ser bueno. Sin lealtad hay poca confianza, compromiso y sentido de equipo. Las organizaciones valoran mucho a los empleados leales, pero sobrevalorar la lealtad o ser ciegamente leal suele ser malo. Tanto la investigación en el tema como la vida real han demostrado que las personas demasiado leales tienen mayores probabilidades de participar en actos poco éticos para conservar sus puestos de trabajo y ser explotadas por sus organizaciones.
Esta tensión puede ser difícil de manejar, especialmente si se es nuevo y aún está aprendiendo a administrar su relación con sus colegas en la empresa en general. ¿Qué puede hacer para aprovechar los beneficios de la lealtad mientras mitiga los riesgos?
Primero, debe tener una comprensión clara de cuáles son esos beneficios
y riesgos. Este artículo de revisión reciente nos proporcionar alguna
información:
Los beneficios de ser leal
Cuando los empleados son leales, tanto ellos como sus organizaciones se benefician. Los empleados leales tienden a tener vínculos más fuertes con los demás debido al "efecto vinculante" de la lealtad. Estos lazos fuertes son importantes para la cooperación y la búsqueda de objetivos organizacionales compartidos.
Además, ser leal a su empleador puede mejorar su propio desempeño,
reducir el estrés relacionado con el trabajo y abrir nuevas oportunidades.
Cuando muestra su lealtad a su organización, está demostrando confiabilidad,
que puede ser recompensada a través de cosas como promociones u oportunidades
laborales especiales. Como resultado, es probable que esté satisfecho y feliz
con su trabajo. No solo obtiene beneficios materiales, sino también psicológicos.
Los riesgos de ser demasiado leal
La lealtad a su organización provee bienestar a usted y su organización. Sin embargo, la lealtad también puede fomentar un comportamiento poco ético si no se gestiona. Por ejemplo, esta investigación ha demostrado que los empleados que son demasiado leales a sus organizaciones tienen menos probabilidades de denunciar la corrupción. Sienten que son parte de una comunidad y quieren proteger esa comunidad, lo que puede significar pasar por alto las irregularidades.
En la sede de Toshiba en Japón, por ejemplo, los líderes cultivaron una fuerte norma de lealtad como parte de la cultura de su empresa. Hicieron que los empleados creyeran que recibirían un nombramiento casi de por vida si demostraban compromiso con la organización, sus objetivos y su gente. Debido a esto, los altos directivos pudieron salirse con la suya con un escándalo contable durante un largo período de tiempo. Muchos empleados estaban al tanto de lo que estaba sucediendo, pero decidieron permanecer callados, en gran parte porque pensaron que lo estaban "haciendo por el interés de la empresa".
Sin embargo, este tipo de arreglo entre empleados leales y altos
directivos no es exclusivo de Toshiba. Gran parte del fraude financiero que
finalmente condujo a la desaparición de Enron fue impulsado por la lealtad de
los empleados. Cegados por su devoción a la empresa, los empleados pasaron también
por alto lo que estaba sucediendo. Más recientemente, Theranos, una antigua
compañía de tecnología médica supuestamente preparada para cambiar el mundo,
utilizó la lealtad de los empleados para crear silos departamentales que colaboraban
para desarrollar productos seguros y funcionales. Mantener a los equipos
segmentados significaba que podían continuar atrayendo más inversiones sin
tener que lidiar con la realidad de que sus tecnologías estaban fallando.
Administre su nivel de lealtad
Teniendo en cuenta lo que hemos aprendido, y lo que usted sabe ahora,
sobre los beneficios y costos de la lealtad, tenemos tres recomendaciones para ayudarlo
a maximizar los beneficios de la lealtad mientras reduce los riesgos.
Si ve algo, dígalo.
Cuando algo parezca o se sienta mal, comuníquelo a sus colegas o gerentes. Aunque la lealtad a su organización puede llevarlo a preocuparse por “hacer tambalear el barco”, recuerde que el silencio es a menudo lo que permite que las malas acciones continúen.
Si usted ya ha definido su lealtad en el trabajo, es probable que sea
alguien en quien la organización confía y valora. Haga su parte usando su
influencia para cambiar la narrativa sobre cómo es un empleado éticamente leal.
Quítese la venda de los ojos. Ahora que está informado y es consciente del daño
que se puede hacer si se queda callado, hable e informe los problemas de los
que se dé cuenta.
No compita, colabore.
Busque formas de colaborar con sus compañeros de trabajo en lugar de competir con ellos. Cuando los lugares de trabajo se vuelven en exceso competitivos, las personas comienzan a perder de vista lo que es ético y no ético. Se concentran en ayudar a su equipo a ganar a toda costa, lo que puede cegarlos ante las consecuencias éticas de su comportamiento. Buscar formas de colaborar en lugar de competir con los compañeros de trabajo puede aumentar las posibilidades de comportarse de manera ética.
Puede buscar también signos de competencia en su lugar de trabajo e intentar frenarlos. Por ejemplo, hacer que ciertos equipos o grupos sean villanos (odio a otros grupos), interpretar situaciones como de suma cero en lugar de ganar - ganar, y enfatizar que ciertos resultados son de bajo estatus (por ejemplo, sugiriendo que solo los perdedores aportarían menos de 10 nuevas ideas durante una sesión de lluvia de ideas del equipo) pueden llevar a una competencia dentro de la organización que puede aumentar el comportamiento poco ético.
Tenga en cuenta las formas sutiles en las que se puede generar una
competencia malsana en su organización.
Cambie su perspectiva.
Cuando se encuentre en una situación tensa e influenciada por la lealtad, intente dar un paso atrás y cambiar su forma de pensar al respecto. Recientemente, investigadores descubrieron que cambiar la perspectiva o la mentalidad de una persona puede influir en la forma en que piensan y responden a los dilemas de la lealtad.
Por ejemplo, uno de los autores del presente artículo y sus colegas descubrieron recientemente que cuando se les pide a las personas que confirmen que habían presenciado a un amigo cercano cometer un acto poco ético, como robo o fraude, era más probable que dijeran la verdad cuando daban un paso atrás y pensaban en la situación desde una perspectiva distante, en tercera persona (versus primera persona).
Otra investigación ha apoyado esta noción sugiriendo que en ciertos contextos, adoptar una mentalidad atípica (por ejemplo, colectiva versus individual, abstracta versus concreta) tiene el potencial de empujar a las personas a pensar y comportarse de maneras prosociales más amplias, lo cual es especialmente importante y relevante cuando se encuentra en un dilema en el que la lealtad se enfrenta a otras preocupaciones (por ejemplo, hablar sobre las malas acciones).
La lealtad es un valor importante que puede beneficiarlo como profesional en el inicio de un nuevo trabajo o carrera. No tenga miedo de abrazarlo, pero recuerde mantener los ojos abiertos. Cuando se sigue pasivamente a la multitud, podría ignorar lo que realmente sucede a su alrededor. Así que sea leal, sí, y también siga siendo observador. Si puede hacer ambas cosas, creemos que obtendrá los tipos correctos de recompensas.
Traducido y adaptado de: Berry, Z., Lewis, N. Jr. y Sowden, W. (September,
2021). Are You Too
Loyal to Your Organization?. Harvard Bussines Review.
Comentarios
Publicar un comentario