Medio Ambiente


04 beneficios de la movilidad sostenible.

Por Pablo Molinero. Operaciones y Proyectos. Beagle Consultoría e Inspecciones SAC.



Del 16 al 22 de este año se desarrollan en el mundo diferentes iniciativas por la Semana de la Movilidad Sostenible, que busca sensibilizar a los tomadores de decisiones, hacedores de políticas y ciudadanos en general en la importancia del uso racional de los vehículos motorizados menores para el cuidado del medio ambiente y de la salud pública y de los beneficios que aporta el uso de modos de transporte más sostenibles como: caminar, usar bicicleta, usar el transporte público y hasta compartir un vehículo.

Esta iniciativa aporta al objetivo de lograr comunidades cero emisiones, comunidades climáticamente neutras para el año 2050, aportando a reducir los daños causados por el calentamiento global y el cambio climático como consecuencia de ello.

Aunque los estudios demuestran que los desplazamientos en coches se están reduciendo en las grandes ciudades, especialmente en Europa, las emisiones por el transporte continúan en aumento. En especial Perú, debido a un envejecido parque automotor, su falta de mantenimiento y la informalidad del mismo parque automotor que sumado al uso de combustibles fósiles y una lentitud en la migración a otros tipos de energía y ausencia de políticas efectivas desfavorecen el cumplimiento de metas climáticas.

Sin embargo, mejorar la calidad del aire en el planeta ha pasado a ser una de las prioridades de numerosas naciones y sus ciudadanos. Cada vez existe en el país una mayor preocupación por la peatonalización del ambiente urbano y la implementación de ciclovías a nivel local. Cientos de miles de habitantes hoy son más conscientes de la importancia que tiene reducir el impacto ambiental provocado por las emisiones de los combustibles del transporte.

Resulta esencial que todos nos percatemos de los beneficios que implican las alternativas más sostenibles, como el transporte público, la bicicleta, los vehículos eléctricos y hasta los traslados a pie. Los siguientes son algunos de ellos:

Contribuye a la economía personal.

La utilización de la bicicleta o caminar son opciones ideales para lograr este beneficio. Quienes escojan estas alternativas obtendrán un ahorro económico considerable en combustibles y en transporte mismo frente al transporte público. También hay que tomar en cuenta otros gastos frecuentes en seguros, aparcamiento o mantenimiento por parte de los poseedores de vehículos motorizados que contribuyen a mejorar su economía al migrar a medios más sostenibles.

La creación de puestos de trabajo es un beneficio adicional a la economía personal y de las comunidades. Entre 2011 y 2015 el crecimiento del uso del coche eléctrico fue del 120% de media anual, según un estudio del FMI. El organismo predice que para 2040 los vehículos eléctricos podrían representar el 90% del parque automovilístico en las economías avanzadas y más de la mitad en las economías de mercados emergentes. La introducción de los coches eléctricos permitirá la creación de cerca de 200.000 nuevos empleos en el sector del automóvil en 2030, según concluye un estudio realizado por la Asociación Europea de Contratistas Eléctricos (AIE, por sus siglas en inglés).

Aunque estas opciones no son de modo inmediato baratas para el usuario común en nuestro país, en distritos pudientes de la ciudad de Lima se han implementado opciones de parqueo y alquiler de bicicletas, así como de patinetas de accionamiento eléctrico, generando un ingreso para la comunidad y trabajo.

Reduce las emisiones de Carbono.

Es uno de los principales motivos para que cambiar por un transporte sostenible para desplazarse por calles y autovías. El transporte es responsable de más del 30% de las emisiones de CO2 en la Unión Europea, de las cuales el 72% proviene del transporte por carretera. Los coches son el principal contaminante, con un 60,7% del total de las emisiones en carretera de Europa. La movilidad sostenible es la gran esperanza para que comiencen a disminuir estas cifras alarmantes.

El ruido es otro de los contaminantes inevitables en ciudades con alto nivel de tránsito vehicular. Las elevadas tasas de contaminación acústica así lo reflejan. Pero las alternativas de transporte sostenible generan beneficios evidentes, caminar y usar bicicleta no solamente generan menor ruido, también contribuyen a elevar los niveles de socialización.

Un valor añadido es la reducción del smog, y con ello la deposición de materiales sobre la superficie de edificios y estructuras que se deterioran y ensucian con mayor rapidez.

Ahorra recursos naturales

La extracción de petróleo obviamente representa un riesgo para el medio ambiente. De este proceso se obtiene el combustible utilizado por los usuarios de vehículos. Los automóviles consumen el 45% del petróleo extraído. Con el avance simultáneo en el uso de energías renovables, la sustitución de los coches actuales por eléctricos, la peatonalización de las ciudades, el uso de bicicletas y otros, el fin de la era del petróleo no es una utopía.

Usar bicicleta, el transporte público y caminar mejoran la eficiencia en el uso de recursos. Los costos del mantenimiento de un bus, un tren eléctrico y otros medios colectivos son menores cuando se reparten entre el número de personas transportadas por día frente a un coche, y mucho menor en cuanto al uso de recursos exigidos para ello. Además de evitar costos en infraestructura para la circulación vehicular, las opciones de transporte sostenible contribuyen al mejoramiento del uso del espacio, generando áreas verdes y productivas que mantienen la biodiversidad y mejoran la eficiencia hídrica de las ciudades.

Mejora la salud física y mental.

Según la ONU, la contaminación del aire provoca siete millones de muertes al año en el mundo. Optar por reducir los desplazamientos en vehículos de motor contribuye también al descenso de la tasa de mortalidad por cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias, ictus o problemas de desarrollo cognitivo infantil, entre otros.

En los últimos años han venido proliferando colectivos urbanos en varias ciudades del planeta. Estos promueven el uso de la bicicleta para revertir las formas convencionales del transporte, centradas en el automóvil. Estas asociaciones coinciden en que la movilidad sostenible mejora notablemente las condiciones de salud. Escoger la bicicleta para moverse por la ciudad desarrolla el estado físico de la persona, erradica el sedentarismo, reduce el colesterol y fomenta una alimentación más saludable, entre otros puntos.

Todavía podemos ver muchas personas transitando en bicicleta para moverse de un pueblo a otro en la provincia y hasta hace algunos años en animales como burro o caballo, recreando la vista de quienes paseaban en coche.

El intenso tránsito y congestión en las grandes ciudades repercuten negativamente en la salud mental. Son sinónimo de estrés, malhumor, ansiedad e irritabilidad para millones de personas a diario. Utilizar vehículos silenciosos y evitar los atascos puede reducir el estrés, los trastornos de sueño, el dolor de cabeza, la falta de concentración y hasta las enfermedades del corazón.

Otro punto a favor de la salud mental es que a medida que los vehículos sostenibles vayan ganando espacio frente al uso indiscriminado del coche, las urbes en las que vivimos se volverán más agradables. Hablemos de ciudades verdes: menos carreteras y asfalto generarán más parques, vegetación y un aumento de la limpieza. Por ende, mayor embellecimiento y bienestar para todos.

Muchos aspectos de la movilidad sostenible contribuirán a obtener un ecosistema natural – urbano más integrado, beneficiando al planeta y a la sociedad al mismo tiempo, repercutiendo en estilos de vida más sostenibles, mejorando la economía e inclusión y las relaciones entre las personas, contribuyendo a modelos de consumo responsables y sostenibles.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Herramientas para la calidad: AMFE

Mejora continua

Calidad: VOC y CTQ´s