Inocuidad frente al COVID19
La industria alimentaria y la pandemia de COVID-19
Cómo mantener seguros a los empleados
La importancia de la comida para las personas y del desarrollo de la industria alimentaria durante las guerras mundiales es harto conocido y ha servido para desarrollar aplicaciones comerciales como los enlatados de las que hoy gozamos. Dados los problemas actuales con el virus COVID-19 y las reacciones de los gobiernos, afrontando la pandemia en curso como si fuera una guerra, la industria alimentaria tendrá que dar nuevamente un paso adelante.
Cualquier procesador que pretenda operar durante este período, lo primero que debe hacer, es revisar primero el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades, o sus similares en países que no sean los Estados Unidos, y
buscar las guías para Empresas y Empleadores. Existen varios elementos a revisar en estas
guías:
1. Reducir la transmisión entre empleados
2. Mantener operaciones comerciales saludables
3. Mantener un entorno laboral saludable
Los procesadores de alimentos deben nombrar a una persona que coordine los esfuerzos de la empresa en estas tres áreas.
Reducir la transmisión entre empleados
Hay varios puntos en esta categoría. Incluyen notificar a la gerencia y quedarse en casa si uno está enfermo, seguir las pautas de los CDC para el aislamiento en el hogar, no regresar al trabajo hasta que su proveedor de salud determine que es el momento y, finalmente, asegurar a los empleados que no estén enfermos pero que tengan familiares enfermos en hogar.
Un elemento integral del plan de seguridad alimentaria de un procesador es la evaluación de riesgos que se debe realizar en cada ingrediente, materia prima, material de empaque y cada paso del proceso. Lo mismo se requiere para COVID-19. Todos y cada uno de los procesadores deben realizar una evaluación de riesgos de sus operaciones para determinar en qué parte del proceso los trabajadores podrían estar expuestos al mayor riesgo y desarrollar y documentar programas para mitigar el riesgo.
Si un trabajador muestra síntomas de la enfermedad, debe ser separado del resto de la fuerza laboral, clientes y visitantes, y enviado a casa. Si hay un caso confirmado de COVID-19, la gerencia debe informar al resto de la fuerza laboral y pedir a los empleados que se autocontrolen para detectar síntomas, incluido el control de la temperatura durante dos semanas.
La empresa también debe revisar los conceptos básicos con sus trabajadores sobre lo que pueden hacer los empleados para protegerse y prevenir la propagación de la enfermedad. Esto incluye toser en un codo, lavarse las manos con frecuencia, evitar tocarse la cara, mantenerse a una distancia de no menos de 2 metros, etc. Si la operación utiliza empleados temporales, asegúrese de que estos comprenden las políticas de la empresa con respecto al coronavirus.
Los procesadores y manipuladores también deben establecer una política para visitantes y contratistas que minimice la interacción entre las personas. Las reuniones no deben realizarse cara a cara, sino por teleconferencia o videoconferencia.
Trabaje con los contratistas para programar las visitas necesarias después de las horas de trabajo o cuando haya menos personas. Y pregunte a estas personas, antes de las visitas, sobre si están enfermas o pueden haber estado expuestas al virus. Si es así, posponga la visita o solicite un técnico sano. Por ejemplo, coordine con su operador de control de plagas (PCO) para programar visitas de rutina los fines de semana, pero asegúrese de que alguien esté allí para darle la bienvenida a la planta y acompañarlo en las rondas, a una distancia segura.
Por último, trate de mantener a los choferes de los camiones en sus vehículos. Si deben intercambiar información con el personal de almacén, configure la oficina de envío / recepción con un protector contra estornudos y un medio para intercambiar documentos con un mínimo de contacto. A los choferes de los camiones a quienes les gusta inspeccionar su carga, pida al personal del almacén que fotografíe o grabe en video el remolque cargado y envíe las fotos al conductor.
El procesador debe documentar completamente sus expectativas y la evaluación de riesgos sobre lo esperado de las medidas para contener el COVID-19, asegurando que todos los trabajadores la comprendan completamente. El asesor legal debe revisar los documentos y sugerir las actualizaciones necesarias.
Mantener operaciones comerciales saludables.
Este elemento apunta a lo que las empresas deben hacer para garantizar
que mantienen un entorno empresarial saludable que también minimiza el riesgo
potencial para las personas. El coordinador de COVID-19 será responsable de
administrar la respuesta de la empresa a la enfermedad y de revisar
continuamente el impacto en el sitio.
La empresa también debería examinar las prácticas actuales que rigen la licencia por enfermedad. Las personas que puedan haber estado expuestas al virus deberán quedarse en casa. Además, si se necesita un trabajador en casa para cuidar de un pariente o familiar enfermo, se le debe dar esa opción. Pídale al grupo de recursos humanos que compare las políticas actuales con las recomendaciones de los CDC para determinar si es necesario modificarlas.
El procesador también debe enfatizar la importancia del distanciamiento social para los trabajadores. Esto incluye más que simplemente mantener la distancia. Otras opciones son trabajar de forma remota, implementar el uso flexible de tiempo, posponer viajes no esenciales y reducir el número de personas para ayudar con el distanciamiento.
También sería una buena idea desarrollar planes de emergencia en caso de que la situación cambie. Un elemento básico en la caja de herramientas de la mayoría de los procesadores de alimentos es el programa de gestión de crisis, que aborda qué hacer si hay problemas como cortes de energía, incendios, bioterrorismo, inundaciones, huracanes o tornados.
Estos programas a menudo incluyen un plan de contingencia en caso de que la producción se reduzca en una instalación. Los procesadores deben revisar sus programas de manejo de crisis existentes y adoptar cualquier elemento relevante de ellos para la pandemia de COVID-19.
Mantener un ambiente de trabajo saludable
Hay varias cosas que un procesador puede hacer para mejorar la calidad
de la instalación de procesamiento de alimentos. Una es aumentar la tasa de
ventilación y hacer un esfuerzo para traer más aire fresco del exterior a las
instalaciones. Muchos procesadores de alimentos, especialmente los que producen
productos sensibles, extraen aire del exterior a través de una batería de
filtros, incluido un filtro HEPA. Las tasas de flujo se pueden aumentar, pero
tal acción podría resultar en cambios más frecuentes en los filtros, así que trabaje
con el mantenimiento y el contratista de HVAC.
Como siempre, los procesadores deben asegurarse de que los trabajadores tengan lo necesario para lavarse las manos adecuadamente. Esto significa que todos los lavamanos deben estar debidamente provistos de jabón, agua tibia, un medio para secarse las manos y desinfectante. También significa que debe haber suficientes lavamanos para evitar la posibilidad de contaminación cruzada.
Tenga en cuenta las referencias de los desinfectantes para manos, un producto que se ha vuelto bastante preciado y escaso. Los procesadores deben asegurarse de tener suministros adecuados como desinfectantes para manos. Y si no puede encontrarlo en una tienda o pedirlo a su proveedor de productos químicos, considere hacer el suyo. Hay procesadores que ya lo están haciendo. Si se pueden comprar toallitas higiénicas, distribúyalas a todo el personal con instrucciones para limpiar rutinariamente su área de trabajo.
Los procesadores de alimentos deben también considerar los pedidos de mascarillas para sus trabajadores. Pero recuerde, si decide comprar mascarillas, elija unas que sean cómodas y eficaces.
Los procesadores también deben intensificar la limpieza y desinfección, especialmente las superficies que son manipuladas de manera rutinaria, como manijas de puertas, mesas de almuerzo, máquinas expendedoras, equipos de prueba y pasamanos.
El procesador también debe establecer un programa para auditar suministros, lavamanos y cualquier otro programa que se haya establecido a diario. Tampoco es el momento de quedarse sin algo. Establezca un programa para realizar las órdenes de compra en base a tiempos máximos de entrega.
El mundo debe comer, por lo que la industria alimentaria y todas
aquellas industrias que son esenciales para cultivar alimentos, cosecharlos,
procesarlos y trasladarlos son esenciales para nuestra forma de vida y deben
continuar. Pero para continuar, la industria debe hacer todo lo que esté en su
poder para proteger a sus trabajadores.
Por: Richard F. Stier. (Mayo 2020). "The food industry and the COVID-19 pandemic. How to keep employees safe"(archivo pdf). Food Engineering Magazine. Vol. 92 Issue 5. pp 26 - 27
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